¿Se puede confesar por teléfono? ¿Hay alguna forma de absolución online? ¿El padre me puede confesar por WhatsApp?

No dejan de llegarnos consultas desde los más distintos lugares, personas que, frente a la incapacidad de recibir los divinos sacramentos, no saben cómo hacer para reconciliarse con Dios. Y cuando la incertidumbre de hasta cuándo continuará esta situación de confinamiento, entra cierta ansiedad y preocupación en los fieles, por vivir fuera de la gracia de Dios, o peor aún, por morir sin ella.

El contagio de un Covid-19, sólo en un 3% lleva a la muerte, sin embargo, el pecado mortal lleva, en la totalidad de los casos, a la muerte eterna.

Entonces, ¿será que Dios nos abandona en estos momentos, una vez que los sacerdotes están con las manos atadas para poder distribuir los dones para los cuales fueron ungidos? Absolutamente no, Dios es la Misericordia y nunca va a dejar que un pecador arrepentido se condene.

La doctrina católica nos explica que quien tenga la infelicidad de cometer un pecado, y esté imposibilitado de confesarse en seguida, tendrá siempre un precioso recurso para reconciliarse sin demora con Dios: la contrición perfecta.

Esta gracia está siempre al alcance de todos los fieles, sin ninguna excepción. Más aún, ella es de fundamental importancia en la vida espiritual de todo bautizado.

Condiciones para una contrición auténtica

La contrición (o arrepentimiento) es el dolor del alma que la persona siente por haber pecado, el cual solamente es verdadero cuando el pecador detesta la mala acción practicada y tiene el propósito de no pecar más.

  • Para que la contrición sea auténtica, debe ser interna, o sea, que provenga del alma, no puede reducirse a meras palabras pronunciadas sin reflexión.
  • También, debe ser general, abarcando todos los pecados cometidos, al menos los pecados mortales, desde la última confesión, o en casos, como los que vivimos actualmente, del último acto de contrición.
  • Por último, es necesario que sea sobrenatural, o sea, que tenga por base alguna verdad de la fe. Por ejemplo, si alguien asalta un banco, y después se arrepiente porque está en riesgo de ser preso, eso no es contrición auténtica, porque se basa en motivos meramente naturales.

La contrición perfecta procede del amor: el pecador se arrepiente por el hecho de haber ofendido a Dios, infinitamente bueno y digno de ser amado sobre todas las cosas.

Por otro lado, la imperfecta, es la contrición que viene del temor: la persona aborrece el pecado por el miedo de perder el Cielo y ser lanzado al infierno eternamente. Esta basta para que sean perdonados nuestros pecados en la confesión sacramental, sin embargo, en casos en los que no hay un sacerdote, la contrición imperfecta no es suficiente, deberá ser perfecta.

Ahora, una vez que nosotros estamos lejos de la perfección, es imposible que hagamos por nuestras fuerzas un acto de contrición perfecta, pero lo que imposible para los hombres, es posible para Dios (Cf. Mt, 19, 26), y es fruto de una gracia que las personas puedan practicar este acto sublime.

No es necesario llorar o sentir emocionalmente arrepentimiento, lo que es indispensable es el acto de voluntad de pedir perdón de cada uno de nuestros pecados, por el dolor de haber ofendido a Dios, siendo él tan bueno; este es el punto.

Y para quien todavía haya quedado con la duda, sobre las preguntas que planteamos al inicio de este escrito, si hay alguna forma de confesión online, la respuesta es que no es posible. El sacramento de la penitencia, al igual que todos los demás, tiene que recibirse de una manera presencial con el ministro de la Iglesia. Y mismo la contrición perfecta debe tender a, en cuanto las condiciones lo permitan, procurar al sacerdote para acusar  nuestras faltas. Y solamente después de eso, podrá nuevamente recibir la comunión sacramental, pues para esta no basta la contrición perfecta.

Por lo tanto, querido amigo que se encuentra encerrado en casa y ha tenido la desgracia de encontrase fuera de la gracia de Dios en estos momentos trágicos, recuerde que, desde su hogar, en un momento de recogimiento, Dios le puede conceder el perdón de todos sus pecados a través de la contrición perfecta, pues “Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva”. (Ez 33, 11)  

 

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1 comentario

  1. Buen día queridos hermanos, agradezco a Dios por permitirnos tener guías espirituales como ustedes, elegidos por El y que en estos momentos de prueba nos animan, nos permiten vivir desde casa nuestra fe, nuestras tradiciones y poder estar en gracia de Dios, me es de mucha utilidad la información acerca de buscar el sacramento de la reconciliación, he acostumbrado a hacerlo una semana antes de vivir la Semana Santa, pero como bien ustedes lo explican y sabemos en estos momentos fue imposible, pero me queda claro que para nuestro Amado Dios no hay imposibles pues ustedes me han dado la luz de buscarle y expresarle de todo corazón mi arrepentimiento, en todo lo que le haya ofendido, Gracias y que Dios siga bendiciendo en y guardando les,. SALVE MARIA

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