«Mi madre me enseñó a amar a Nuestro Señor Jesucristo, me enseñó a amar la Santa Iglesia Católica”“Yo recibí de ella, como algo que debe ser tomado profundamente en serio, la Fe Católica, Apostólica y Romana, la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y a Nuestra Señora”
En una época en la cual León XIII había exhortado a colocar en el Sagrado Corazón de Jesús “toda esperanza y a Él pedir y en Él esperar la salvación”, la devoción que caracterizó la vida de Dona Lucilia fue al Sagrado Corazón, devoción por excelencia de la edad moderna
A través de éste homenaje les iremos compartiendo cada día pasajes de su vida.