DÍA PRIMERO
SEÑAL DE LA CRUZ
OFRECIMIENTO DEL DÍA A LA VIRGEN MARÍA
Oh María, Madre del Verbo encarnado y madre nuestra dulcísima, estamos aquí a tus pies mientras amanece un nuevo día, un nuevo don del Señor. Depositamos en tus manos y en tu Corazón todo nuestro ser.
Nosotros seremos totalmente tuyos en la voluntad, en el pensamiento, en el cuerpo, en el corazón. Tú, forma en nosotros con bondad maternal en este día, una vida nueva, la vida de tu Hijo Jesús. Previene y acompaña, oh Reina del Cielo, con tu inspiración materna, también nuestras más pequeñas acciones para que todo sea puro y grato a la hora del sacrificio santo e inmaculado.
Haznos santos, oh Madre de bondad, santos como Jesús nos ha pedido, y tu corazón ardientemente lo desea. Así sea.
ORACIÓN INICIAL
Oh Virgen, que habéis sido exaltada sobre todos los coros de los Ángeles, miradnos compasiva a los que somos hijos vuestros y que luchamos aun en este valle de lágrimas y miserias. Salvadnos. Amén.
DÍA PRIMERO
¡Oh, María sin pecado concebida! la más Preciosa Niña, Reina de las Maravillas.
Relame en este día, hacerme pequeñito, y siempre ser tu verdadero hijo, para llegar algún día al Dios de la Vida. Amén.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
ORACIÓN FINAL
Oh Señor, os pedimos que nos proteja a todos nosotros la oración de la Madre de Dios, la cual, aunque sabemos que salió de este mundo muriendo como los demás, resucitada a nueva vida, ha sido llevada al Cielo y coronada por Reina de todo lo creado. Os suplicamos también que, ya que no podemos agradaros con nuestras solas obras, nos salvemos por la intercesión de la misma Virgen María. Amén.
DÍA SEGUNDO
SEÑAL DE LA CRUZ
OFRECIMIENTO DEL DÍA A LA VIRGEN MARÍA
Oh María, Madre del Verbo encarnado y madre nuestra dulcísima, estamos aquí a tus pies mientras amanece un nuevo día, un nuevo don del Señor. Depositamos en tus manos y en tu Corazón todo nuestro ser.
Nosotros seremos totalmente tuyos en la voluntad, en el pensamiento, en el cuerpo, en el corazón. Tú, forma en nosotros con bondad maternal en este día, una vida nueva, la vida de tu Hijo Jesús. Previene y acompaña, oh Reina del Cielo, con tu inspiración materna, también nuestras más pequeñas acciones para que todo sea puro y grato a la hora del sacrificio santo e inmaculado.
Haznos santos, oh Madre de bondad, santos como Jesús nos ha pedido, y tu corazón ardientemente lo desea. Así sea.
ORACIÓN INICIAL
Oh Virgen, que habéis sido exaltada sobre todos los coros de los Ángeles, miradnos compasiva a los que somos hijos vuestros y que luchamos aun en este valle de lágrimas y miserias. Salvadnos. Amén.
DÍA SEGUNDO
María, princesa desde niña, sobre la tierra sería ya nuestra guía y en Ti resplandecería el cumplimiento de las profecías. ¡Oh! mi dulce compañía, guía a este siervo pequeñito, que nada sería si en él no estaría la Luz Divina. Amén.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
ORACIÓN FINAL
Oh Señor, os pedimos que nos proteja a todos nosotros la oración de la Madre de Dios, la cual, aunque sabemos que salió de este mundo muriendo como los demás, resucitada a nueva vida, ha sido llevada al Cielo y coronada por Reina de todo lo creado. Os suplicamos también que, ya que no podemos agradaros con nuestras solas obras, nos salvemos por la intercesión de la misma Virgen María. Amén.
DÍA TERCERO
SEÑAL DE LA CRUZ
OFRECIMIENTO DEL DÍA A LA VIRGEN MARÍA
Oh María, Madre del Verbo encarnado y madre nuestra dulcísima, estamos aquí a tus pies mientras amanece un nuevo día, un nuevo don del Señor. Depositamos en tus manos y en tu Corazón todo nuestro ser.
Nosotros seremos totalmente tuyos en la voluntad, en el pensamiento, en el cuerpo, en el corazón. Tú, forma en nosotros con bondad maternal en este día, una vida nueva, la vida de tu Hijo Jesús. Previene y acompaña, oh Reina del Cielo, con tu inspiración materna, también nuestras más pequeñas acciones para que todo sea puro y grato a la hora del sacrificio santo e inmaculado.
Haznos santos, oh Madre de bondad, santos como Jesús nos ha pedido, y tu corazón ardientemente lo desea. Así sea.
ORACIÓN INICIAL
Oh Virgen, que habéis sido exaltada sobre todos los coros de los Ángeles, miradnos compasiva a los que somos hijos vuestros y que luchamos aun en este valle de lágrimas y miserias. Salvadnos. Amén.
DÍA TERCERO
¡Vaso purísimo!, Estrella mía! que hilabas en tu Seno, como Virgen Inmaculada, al Dios que amabas, que por Él suspirabas
y que brillaba, en una Niña Casta que se esposaba como Inmaculada.
Haz que la pureza en mí resplandezca y que inunde toda la tierra que parece desierta. Amén.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
ORACIÓN FINAL
Oh Señor, os pedimos que nos proteja a todos nosotros la oración de la Madre de Dios, la cual, aunque sabemos que salió de este mundo muriendo como los demás, resucitada a nueva vida, ha sido llevada al Cielo y coronada por Reina de todo lo creado. Os suplicamos también que, ya que no podemos agradaros con nuestras solas obras, nos salvemos por la intercesión de la misma Virgen María. Amén.
DÍA CUARTO
SEÑAL DE LA CRUZ
OFRECIMIENTO DEL DÍA A LA VIRGEN MARÍA
Oh María, Madre del Verbo encarnado y madre nuestra dulcísima, estamos aquí a tus pies mientras amanece un nuevo día, un nuevo don del Señor. Depositamos en tus manos y en tu Corazón todo nuestro ser.
Nosotros seremos totalmente tuyos en la voluntad, en el pensamiento, en el cuerpo, en el corazón. Tú, forma en nosotros con bondad maternal en este día, una vida nueva, la vida de tu Hijo Jesús. Previene y acompaña, oh Reina del Cielo, con tu inspiración materna, también nuestras más pequeñas acciones para que todo sea puro y grato a la hora del sacrificio santo e inmaculado.
Haznos santos, oh Madre de bondad, santos como Jesús nos ha pedido, y tu corazón ardientemente lo desea. Así sea.
ORACIÓN INICIAL
Oh Virgen, que habéis sido exaltada sobre todos los coros de los Ángeles, miradnos compasiva a los que somos hijos vuestros y que luchamos aun en este valle de lágrimas y miserias. Salvadnos. Amén.
DÍA CUARTO
¡Oh, María! del mismo Dios alegría. ¡Oh, María! a la que el ángel saludaría y le confiaría la más hermosa noticia, que en Ti viviría el Dios de la Vida, el Mesías esperado, ya anunciado y por los corazones anhelado. ¡Oh, Lirio Perfumado! por el Señor siempre Santo! haced que digamos siempre “Sí” y vivamos para Ti, pues el Buen Dios a Ti nos dio y desde la Encarnación te señaló como Corredentora para nos. Amén.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
ORACIÓN FINAL
Oh Señor, os pedimos que nos proteja a todos nosotros la oración de la Madre de Dios, la cual, aunque sabemos que salió de este mundo muriendo como los demás, resucitada a nueva vida, ha sido llevada al Cielo y coronada por Reina de todo lo creado. Os suplicamos también que, ya que no podemos agradaros con nuestras solas obras, nos salvemos por la intercesión de la misma Virgen María. Amén.
DÍA QUINTO
SEÑAL DE LA CRUZ
OFRECIMIENTO DEL DÍA A LA VIRGEN MARÍA
Oh María, Madre del Verbo encarnado y madre nuestra dulcísima, estamos aquí a tus pies mientras amanece un nuevo día, un nuevo don del Señor. Depositamos en tus manos y en tu Corazón todo nuestro ser.
Nosotros seremos totalmente tuyos en la voluntad, en el pensamiento, en el cuerpo, en el corazón. Tú, forma en nosotros con bondad maternal en este día, una vida nueva, la vida de tu Hijo Jesús. Previene y acompaña, oh Reina del Cielo, con tu inspiración materna, también nuestras más pequeñas acciones para que todo sea puro y grato a la hora del sacrificio santo e inmaculado.
Haznos santos, oh Madre de bondad, santos como Jesús nos ha pedido, y tu corazón ardientemente lo desea. Así sea.
ORACIÓN INICIAL
Oh Virgen, que habéis sido exaltada sobre todos los coros de los Ángeles, miradnos compasiva a los que somos hijos vuestros y que luchamos aun en este valle de lágrimas y miserias. Salvadnos. Amén.
DÍA QUINTO
¡Madre mía, bella María! que en tus brazos acunarías, al Sol que iluminaría nuestras pobres vidas. ¡Oh, María! cuyos ojos mirarían con dulzura infinita al Niño que padecería y nos redimiría en la Cruz un día. Haz que seamos mansos y humildes de corazón como lo fue siempre Nuestro Señor. Amén.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
ORACIÓN FINAL
Oh Señor, os pedimos que nos proteja a todos nosotros la oración de la Madre de Dios, la cual, aunque sabemos que salió de este mundo muriendo como los demás, resucitada a nueva vida, ha sido llevada al Cielo y coronada por Reina de todo lo creado. Os suplicamos también que, ya que no podemos agradaros con nuestras solas obras, nos salvemos por la intercesión de la misma Virgen María. Amén.
DÍA SEXTO
SEÑAL DE LA CRUZ
OFRECIMIENTO DEL DÍA A LA VIRGEN MARÍA
Oh María, Madre del Verbo encarnado y madre nuestra dulcísima, estamos aquí a tus pies mientras amanece un nuevo día, un nuevo don del Señor. Depositamos en tus manos y en tu Corazón todo nuestro ser.
Nosotros seremos totalmente tuyos en la voluntad, en el pensamiento, en el cuerpo, en el corazón. Tú, forma en nosotros con bondad maternal en este día, una vida nueva, la vida de tu Hijo Jesús. Previene y acompaña, oh Reina del Cielo, con tu inspiración materna, también nuestras más pequeñas acciones para que todo sea puro y grato a la hora del sacrificio santo e inmaculado.
Haznos santos, oh Madre de bondad, santos como Jesús nos ha pedido, y tu corazón ardientemente lo desea. Así sea.
ORACIÓN INICIAL
Oh Virgen, que habéis sido exaltada sobre todos los coros de los Ángeles, miradnos compasiva a los que somos hijos vuestros y que luchamos aun en este valle de lágrimas y miserias. Salvadnos. Amén.
DÍA SEXTO
¡Oh, Madre de Redención! cáliz de amor! llévanos al Salvador, misterio de alegría en el corazón y en el que palpita la alabanza al Padre Creador. Haz que la esperanza inunde nuestra alma, pues es nuestro Dios, escudo de Salvación, quien es nuestra protección ya que con Su Sangre nos cubrió y nos enseñó lo que es el verdadero amor. Amén.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
ORACIÓN FINAL
Oh Señor, os pedimos que nos proteja a todos nosotros la oración de la Madre de Dios, la cual, aunque sabemos que salió de este mundo muriendo como los demás, resucitada a nueva vida, ha sido llevada al Cielo y coronada por Reina de todo lo creado. Os suplicamos también que, ya que no podemos agradaros con nuestras solas obras, nos salvemos por la intercesión de la misma Virgen María. Amén.
DÍA SÉPTIMO
SEÑAL DE LA CRUZ
OFRECIMIENTO DEL DÍA A LA VIRGEN MARÍA
Oh María, Madre del Verbo encarnado y madre nuestra dulcísima, estamos aquí a tus pies mientras amanece un nuevo día, un nuevo don del Señor. Depositamos en tus manos y en tu Corazón todo nuestro ser.
Nosotros seremos totalmente tuyos en la voluntad, en el pensamiento, en el cuerpo, en el corazón. Tú, forma en nosotros con bondad maternal en este día, una vida nueva, la vida de tu Hijo Jesús. Previene y acompaña, oh Reina del Cielo, con tu inspiración materna, también nuestras más pequeñas acciones para que todo sea puro y grato a la hora del sacrificio santo e inmaculado.
Haznos santos, oh Madre de bondad, santos como Jesús nos ha pedido, y tu corazón ardientemente lo desea. Así sea.
ORACIÓN INICIAL
Oh Virgen, que habéis sido exaltada sobre todos los coros de los Ángeles, miradnos compasiva a los que somos hijos vuestros y que luchamos aun en este valle de lágrimas y miserias. Salvadnos. Amén.
DÍA SÉPTIMO
¡Oh, María!, Señora mía, enséñame en este día, lo que la caridad sería, para llegar algún día a la Tierra Prometida. ¡Oh, María!, Rosa Castísima! muéstrame el camino de la verdad para que llegue a la santidad Amén.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
ORACIÓN FINAL
Oh Señor, os pedimos que nos proteja a todos nosotros la oración de la Madre de Dios, la cual, aunque sabemos que salió de este mundo muriendo como los demás, resucitada a nueva vida, ha sido llevada al Cielo y coronada por Reina de todo lo creado. Os suplicamos también que, ya que no podemos agradaros con nuestras solas obras, nos salvemos por la intercesión de la misma Virgen María. Amén.
DÍA OCTAVO
SEÑAL DE LA CRUZ
OFRECIMIENTO DEL DÍA A LA VIRGEN MARÍA
Oh María, Madre del Verbo encarnado y madre nuestra dulcísima, estamos aquí a tus pies mientras amanece un nuevo día, un nuevo don del Señor. Depositamos en tus manos y en tu Corazón todo nuestro ser.
Nosotros seremos totalmente tuyos en la voluntad, en el pensamiento, en el cuerpo, en el corazón. Tú, forma en nosotros con bondad maternal en este día, una vida nueva, la vida de tu Hijo Jesús. Previene y acompaña, oh Reina del Cielo, con tu inspiración materna, también nuestras más pequeñas acciones para que todo sea puro y grato a la hora del sacrificio santo e inmaculado.
Haznos santos, oh Madre de bondad, santos como Jesús nos ha pedido, y tu corazón ardientemente lo desea. Así sea.
ORACIÓN INICIAL
Oh Virgen, que habéis sido exaltada sobre todos los coros de los Ángeles, miradnos compasiva a los que somos hijos vuestros y que luchamos aun en este valle de lágrimas y miserias. Salvadnos. Amén.
DÍA OCTAVO
¡Oh, María!, Auxiliadora mía! haced que el Espíritu Santo, sea derramado en esta pobre vasija de barro y que sea por Él llenada para purificarla y habitarla, labrándola a tu semejanza. Amén.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
ORACIÓN FINAL
Oh Señor, os pedimos que nos proteja a todos nosotros la oración de la Madre de Dios, la cual, aunque sabemos que salió de este mundo muriendo como los demás, resucitada a nueva vida, ha sido llevada al Cielo y coronada por Reina de todo lo creado. Os suplicamos también que, ya que no podemos agradaros con nuestras solas obras, nos salvemos por la intercesión de la misma Virgen María. Amén.
DÍA NOVENO
SEÑAL DE LA CRUZ
OFRECIMIENTO DEL DÍA A LA VIRGEN MARÍA
Oh María, Madre del Verbo encarnado y madre nuestra dulcísima, estamos aquí a tus pies mientras amanece un nuevo día, un nuevo don del Señor. Depositamos en tus manos y en tu Corazón todo nuestro ser.
Nosotros seremos totalmente tuyos en la voluntad, en el pensamiento, en el cuerpo, en el corazón. Tú, forma en nosotros con bondad maternal en este día, una vida nueva, la vida de tu Hijo Jesús. Previene y acompaña, oh Reina del Cielo, con tu inspiración materna, también nuestras más pequeñas acciones para que todo sea puro y grato a la hora del sacrificio santo e inmaculado.
Haznos santos, oh Madre de bondad, santos como Jesús nos ha pedido, y tu corazón ardientemente lo desea. Así sea.
ORACIÓN INICIAL
Oh Virgen, que habéis sido exaltada sobre todos los coros de los Ángeles, miradnos compasiva a los que somos hijos vuestros y que luchamos aun en este valle de lágrimas y miserias. Salvadnos. Amén.
DÍA NOVENO
¡Oh, Amadísima! ¡oh, Madre mía! ¡oh, Virgen María! a la que los ángeles subirían al Cielo con singular alegría. ¡Oh María, pináculo de amor! ¡Oh, María! reina hoy en cada corazón, dándonos tu Inmaculado Corazón, como Reina del Cielo y la tierra que sois. ¡Oh, María!, postrado ante Vos, sólo tuyo soy, como esclavo de amor. Amén.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
ORACIÓN FINAL
Oh Señor, os pedimos que nos proteja a todos nosotros la oración de la Madre de Dios, la cual, aunque sabemos que salió de este mundo muriendo como los demás, resucitada a nueva vida, ha sido llevada al Cielo y coronada por Reina de todo lo creado. Os suplicamos también que, ya que no podemos agradaros con nuestras solas obras, nos salvemos por la intercesión de la misma Virgen María. Amén.