En medio de rezos e inmensa alegría llegamos a Chiltiupán, ubicado en la costa de La Libertad, lugar lleno de hermosos parajes, calles inclinadas y llenas de curvas.  Nos esperaba una Multitud de personas deseosas de ser las primeras en saludar a Nuestra Madre del Cielo que, representada bellamente en la imagen peregrina del Inmaculado Corazón de María, llegaba a visitarlos, como tierna Madre y Reina.

Se dio inicio a una concurrida procesión desde el cementerio del lugar, y durante el camino se rezó el Santo Rosario, entonándose cantos alusivos a la Virgen María.

Al llegar a la parroquia, de Santo Domingo, hizo su entrada triunfal la imagen de Nuestra Señora de Fátima que, con miradas anhelantes hacia Ella, y fuertes aplausos, fue recibida por los fieles que se agolpaban en el templo.

A continuación, un Heraldo del Evangelio, hizo la explicación de la coronación de la imagen peregrina. El padre Martín procedió a la coronación solemne, acompañado, bellamente, por el coro de jóvenes de los Heraldos.

Entre aplausos, cantos y alegría fue colocada en su sitio de honra. Luego quedó expuesta para la veneración de los fieles, en donde se vieron muchas expresiones de regocijo, de súplica, admiración…, era una fila interminable, algunos de ellos derramaron lágrimas mientras tocaban sus pies o su corazón, o simplemente solo al estar frente a Ella.

Posteriormente, inició la Santa Misa con la participación de más de 450 personas, ubicados donde hubiese espacio.

El padre José Martín agradeció la presencia de Nuestra Señora y el grupo acompañante, también al Coro de los Heraldos del Evangelio y, sobre todo, por haber elegido Chiltiupán para esta hermosa visita, mencionando que estaban muy felices de recibir tan insigne visita: la Madre de Dios.

Comentó que muchos de los logros en su vida sacerdotal han sido a través de Nuestra Señora, que sus mejores noticias y nombramientos han sido en fechas en que se celebra a la Virgen, agregando que un 13 de mayo le dieron la noticia que sería ordenado sacerdote, y agregó: Siempre la Virgen me sigue, no me suelta, y yo tampoco me alejo de Ella. Ha sido un honor tenerla con nosotros, esperamos que vuelva pronto.

Artículo anteriorAngeles de la Guarda
Siguiente artículoAcuerdo entre ángeles