“El sufrimiento es el octavo sacramento”. Esta frase que se dice comúnmente como analogía por el buen efecto que produce el dolor en las almas cuando es llevado con fe, ha tenido mucha aplicación en estos tiempos. En medio de tanta angustia por la que hemos pasado en los últimos tres meses (y que todavía continuaremos a pasar), se han visto florecer, en muchísimas almas, virtudes que antes de esta situación no estaban presente.

Es el caso de los frutos de la Campaña CUARENTENA, FE Y CARIDAD, promovida por los Heraldos del Evangelio en El Salvador y la Fundación el Porvenir de El Salvador. Hemos sido testigos cómo las personas han dado no sólo lo que les sobra, sino hasta lo necesario, para compartir con personas que no tienen nada, floreciendo el amor al prójimo de una manera heroica.

Ya se han recaudado 50 toneladas de alimentos para las personas más afectadas por los efectos de la pandemia del Covid-19. Con el favor de Dios, se han entregado miles de canastas familiares en diferentes comunidades de los departamentos de San Salvador, Santa Ana, Ahuachapán, La Paz y La Libertad.

También han sido beneficiadas numerosos hogares de adultos mayores y de niños que, por lo difícil del momento presente, están pasando aprietos alimenticios.

Al problema de crisis de salud, se han sumado los desastres ocasionados por las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal. Por eso, hemos direccionado también algunas de las ayudas a los sectores damnificados por las torrenciales lluvias.

Como sabemos que, en los momentos difíciles, no sólo hay problemas físicos, sino también y sobre todo del alma, cada una de las entregas han sido acompañadas por momentos de oración y reflexión con los presentes, así como de palabras de consuelo y de ánimo. Una vez que “no solo de pan vive el hombre” (Mt   4, 43), junto con la ayuda alimenticia, hemos entregado a cada persona santos rosarios, así como una guía de cómo rezarlo, para que Dios les ayude en sus necesidades del cuerpo y del alma.

Hay más alegría en dar que en recibir, y para nosotros ha sido un enorme consuelo el poder consolar a muchos y, seguramente, todos los que generosamente han colaborado, han podido experimentar la alegría de desprenderse de algo para alegrar a quien está sufriendo carencia, además de los méritos sobrenaturales que están ganando para la Eternidad.

Por más que comencemos a entrar en una cierta normalidad, sabemos que los efectos de esta crisis se irán multiplicando en los meses subsecuentes. Por esa razón, queremos seguir apelando a las personas e instituciones caritativas, que sigan apoyando esta iniciativa de ayuda.

Si desea realizar su donación, vaya al siguiente enlace: heraldos.sv/caridad/ y encontrará las diferentes formas de colaboración.

Para más información llame al 2273-1877, o escríbanos al WhatsApp 7584-5100 y al correo contactos@heraldos.sv

Ayúdenos a ayudar, y sepa que el primer beneficiado será Ud. mismo, pues, ¡Dios no se deja ganar en generosidad!

 

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