Para conmemorar la última aparición de Nuestra Señora de Fátima, la parroquia de Tránsito de María en Jiquilisco, Usulután, diócesis de Santiago de María, recibió la visita de la imagen peregrina del Inmaculado Corazón de María de Fátima.

Las calles de Jiquilisco se llenaron de color, música y fe por motivo de la llegada de la imagen peregrina, traída por los jóvenes de los Heraldos del Evangelio, que también venían acompañados por los Cooperadores y familias amigas que se dieron cita para participar de este evento.

Nuestra Señora estaba siendo esperada con gran fervor, a las puertas de la ciudad, por una multitud de fieles junto con su párroco, P. Julio César Márquez, junto con la participación especial de Coordinadores del Apostolado del Oratorio.

Se dio inicio a la procesión hacia la parroquia, Tránsito de María, en medio de alabanzas y rezo del santo rosario.

Entre aplausos y al son de trompetas, hizo el ingreso de la imagen en el templo, y, cuando llegó al altar, con solemnidad y fervor, el Padre Julio César tomó la corona, la elevó frente a todos los asistentes y coronó a nuestra Madre Santísima, de igual manera hizo con el Rosario que colocó entre las benditas manos de la imagen.

La santa misa fue solemnizada por el coro de los Heraldos del Evangelio compuesto por las voces blancas y los Cooperadores.

Durante la homilía el párroco insistió que “los católicos debemos abrir nuestro corazón a nuestra Madre Santísima, la Virgen María, consagrarnos a Ella. Siempre en el espíritu de Jesús y de María pueden mejorar las cosas, como lo dice en el Magníficat, dichosa me llamarán todas las naciones.”

Antes de dar la bendición final, agradeció la presencia de nuestra Señora, de los Heraldos del Evangelio y por la participación del coro.

Agradeció también por el hecho de que Nuestra Señora haber elegido el municipio de Jiquilisco para esta hermosa fecha conmemorativa de la última aparición de la Virgen de Fátima en Portugal.

Finalizada la Santa Misa, el padre Julio César invitó a todos los asistentes a pasar a venerar la imagen de Nuestra Señora, muchos, emocionados, tocaban sus pies, se persignaban y hacían su petición a la Reina del Cielo y tierra.

El padre Julio César comentó que estaba muy contento de la toda la actividad, la procesión, veneración, el coro y muy satisfecho de la respuesta de sus feligreses, de cómo hoy vio desfilar a su pueblo ante Nuestra Señora… “Estoy sorprendido, la Virgen hace todo”.

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