¡Gracias por tu donación!

Tu generosidad es un regalo que trasciende el tiempo y el espacio. Con cada donación, te conviertes en un instrumento de amor y esperanza, ayudándonos a cumplir la misión que Nuestra Señora nos ha confiado: Levantar Su iglesia, un refugio de paz donde los corazones encuentran comunión y se acercan a Dios.